RECORDANDO TIEMPOS MEJORES

El día 28/10 se han cumplido 27 años de la victoria socialista, de aquellos 202 diputados que nadie ha vuelto a conseguir, tal vez porque las expectativas eran muy altas o tal vez porque nosotros nos marcamos unas metas inalcanzables y la situación del país no permitía llegar a ellas, o tal vez porque no fuimos capaces de satisfacer aquella ilusión, todo o el compendio de todo ello frustró a algunos, pero sin duda lo que algunos no aceptaron fue el cambio de posición ante la OTAN.

Yo por ejemplo, no estaba de acuerdo con el cambio de postura, y me costó trabajo colaborar, pero el paso de los años me ha enseñado que tampoco era una traición y que la OTAN cumple una función en el mundo, pero sobre todo y ahí es donde Felipe no me defraudó, si queríamos ser europeos, si queríamos entrar en ese “Club” teníamos que comprar el paquete completo. No era que nos volviéramos militaristas todos, sino que las reglas del “Club” exigían ser socio de todos los servicios.

Con el paso de los años, aplaudes decisiones como el Tratado de Maastricht, que marcó una nueva etapa en la integración europea ya que permitió la puesta en marcha de la integración política. Estableciendo una Unión Europea formada por tres pilares: las Comunidades Europeas, la política exterior y de seguridad común así como la cooperación policial y judicial en materia penal. El Tratado estableció una ciudadanía europea, reforzó las competencias del Parlamento Europeo y puso en marcha la Unión Económica y Monetaria. Además, la CEE se convirtió en la Comunidad Europea (CE).

Este paso, uno de los más importantes de Europa, que permitió los grandes acuerdos sobre moneda única, supresión de fronteras, colaboración antiterrorista y el aseguramiento de unos “Fondos Europeos”, con los que España ha logrado grandes avances, fue conseguido gracias a Felipe González y otros grandes políticos que entonces gobernaban Europa, fueron aquellos años en los que el PP al igual que hace hoy, negaba todo y decía que éramos unos “pedigüeños” mendigando por Europa.

Hoy el espíritu colectivo, el sueño de la unión europea, están en horas bajas, los gobernantes europeos actuales, de derechas o de izquierdas no tienen ni la voluntad ni la capacidad de poner en común un futuro de sociedad europea. Pero tampoco los ciudadanos podemos tirar cohetes, la ciudadanía europea de hoy no tiene un marco claro de referencia y el liberalismo y el egoísmo personal, hacen que se esperen soluciones particulares.

Además parece que nos hemos vuelto tontos, solo existe lo que dicen en las televisiones, solo son noticia los titulares de una prensa politizada y dependiente del poder. Se exige todo sin pararnos a pensar en que hacemos nosotros para que suceda algo. Se exigen respuestas individuales pero pagadas por el colectivo. Nadie es responsable de nada, un político es un golfo y se le ríen las gracias, pero los ciudadanos tampoco somos culpables de nada. Amigos si nos gobierna un golfo o un geta es porque nosotros, si nosotros, le hemos puesto ahí.

La crisis tiene culpables, pero no se les piden responsabilidades a ellos, se le piden a otros. Los banqueros y altos ejecutivos, son los culpables de la crisis financiera, no los gobiernos, ellos son los que no han hecho bien su trabajo. Los grandes empresarios de la construcción y los especuladores de terrenos, son los culpables. Nosotros mismos, también somos culpables o es que no nos dábamos cuenta de lo que pasaba o no intentábamos especular con el piso que vendíamos. Creo que como sociedad y como seres humanos estamos haciendo aguas y no solo tienen la culpa los de arriba, también la tenemos nosotros, que nos hemos vuelto acomodaticios y personalistas. Hemos creído en el mensaje del triunfo personal sin darnos cuenta que vivimos en comunidad, cuando vienen mal dadas nos hundimos todos y para salir tenemos que salir todos juntos.