EL VARAPALO DEL REY AL P.P.

Parece que el discurso del Rey es inocuo para los grandes partidos nacionales, malo para los nacionalistas e insuficiente para el PCE fuerza mayoritaria dentro de IU, ya que no habló de la Sra. Haidar, según ellos, el problema principal que tenemos los españoles.

Y podríamos ver normales estas reacciones, si nos quedamos en la superficie del discurso y no lo analizamos como el discurso de un hombre, que es el Jefe del Estado y que tiene una visión global de España muy destacada. Ya sabéis que no soy monárquico, pero eso no me impide reconocer su capacidad de análisis y el puesto que ocupa, nos guste o no.

Diferente sería, entrar en si el Rey debe tener una opinión política pública personal o no. ¿Debe el Rey manifestar sus opiniones políticas o debe manifestar las opiniones políticas del Gobierno de turno? Puesto que somos una monarquía parlamentaria donde el Rey reina pero no gobierna, tal vez debiera guardar sus opiniones para su esfera privada, pero lo cierto es que son muchos los años que lleva haciéndolo y nadie ha protestado.

Ciñéndome al tema y puesto que si hubo mensaje, hay que sacar conclusiones del discurso del Rey y entiendo que si hubo mensajes para lo Partidos, a todos les pidió que trabajen en común, que deben dialogar más y que los intereses nacionales están por encima de los intereses particulares y os transcribo algunas de las frases literales del mensaje del Rey para que saquéis vuestras propias conclusiones:

El Rey recordó que “la solución de la crisis exige trabajar juntos en la misma dirección” y lo resumió en tres retos que citó así:
“En primer lugar, superar tensiones y divisiones, sobre la base de los principios y valores que alimentan lo mejor de nuestra convivencia e inspiran nuestra Constitución.
En segundo lugar, sumar voluntades en torno a los grandes temas de Estado, reforzando nuestra cohesión interna y nuestra proyección exterior.
Y, finalmente, redoblar esfuerzos para que España vuelva a crecer y a crear empleo. Cuanto antes y de forma sostenible”

Ahora, si tenemos en cuenta que hay un Partido que gobierna (PSOE) y otro que está en la oposición (PP), porque así lo decidimos los españoles en las URNAS, entenderemos claramente lo que el Rey le ha transmitido al Partido Popular, por que hay algo que nadie debe olvidar: Elegimos un Gobierno para que gobierne y los que no están en el gobierno, forman la leal oposición y tienen derecho a defender sus posiciones políticas, pero no tiene derecho a poner zancadillas y poner en riesgo al país.

Por tanto, el Rey le ha dicho al PP que no debe tergiversar y menospreciar al Presidente del Gobierno en todas sus intervenciones internacionales.
Que el PP no debe desestabilizar y generar tensiones y divisiones en las acciones internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores o del de Defensa.
Que el PP no debe poner piedras en el camino de la recuperación económica o de la estabilidad del Estado, lo que debe hacer es sumar voluntades.

Y que la labor de oposición no es negar sistemáticamente todo, en muchos casos debe ayudar al gobierno y hay que trabajar juntos en la misma dirección. Y es el gobierno el que ha sido elegido por los españoles para gobernar.

Las reglas de la democracia, esas reglas no escritas, que hacen posible la convivencia entre gobierno y oposición y que permiten la pacífica alternancia en el poder, deben ser respetadas siempre. Cuando se rompen dejan un vacío de inseguridad e indefensión y esta actitud lleva aparejada la bronca continua y la desafección del ciudadano y eso es lo que el Rey ha querido transmitirles: No os carguéis la política porque os estáis cargando la convivencia y el respeto de los ciudadanos. La oposición también tiene responsabilidades.