jueves, 4 de septiembre de 2008

¿Y POR QUÉ NO?

Me refiero a la decisión que ha tomado el Juez Garzón, sobre su solicitud de datos a diversas entidades e incluso a la iglesia católica, sobre los desaparecidos en la guerra civil y la posterior represión franquista. Sinceramente creo que nadie quiere abrir viejas heridas, muy al contrario, lo que se quiere es cerrarlas. Diferente es, que a algunos se les abra el recuerdo de sus actos.

Todos queremos saber donde están nuestros muertos, para poder saber donde están sus restos o tener sus cenizas. Lo que piden todas estas personas y lo que busca el Juez Garzón es eso, poder recuperar sus restos e identificarlos, para poder tenerlos en algún sitio identificado o incluso dejarlos donde están, pero identificados.

El por qué murieron, por qué fueron fusilados y por qué fueron enterrados o tirados sin más, es otro debate y creo que todos ya lo hemos juzgado y hay que tener en cuenta que la Ley de Memoria Histórica contempla la solicitud de una “declaración de reparación y reconocimiento personal” que está a punto de ser regulada por el Ministerio de Justicia, por tanto, identificarlos y entregárselos a sus parientes, eso es una cuestión de humanidad.

Yo por ejemplo, perdí a mis padres hace más de cuarenta años, pero aún voy al cementerio a ver su nicho de restos y allí, desde cerca, acercar mi corazón a sus restos, para trasladarles mi cariño, para sentirme a su lado, para sentir que sigo queriéndoles mucho, se que solo hay unos huesos o ya ni eso, pero se que son los restos de mis padres y eso me conforta. ¿Por qué no pueden tener esa sensación, todas esas personas que para su desgracia no los tienen identificados?

En estos días de desgracia para unas personas que han perdido a sus seres queridos en un accidente de avión o cuando el accidente del Yak, todos hemos pedido y exigido, que los cuerpos fueran identificados y entregados a sus familiares. ¿Por qué no podemos unirnos todos para pedir que estos muertos, que tiene tanto derechos como los demás, sean también identificados y entregados a sus familias?

Y de todo esto, lo que más me extraña, es que se opongan a ello personas que se reconocen como católicos, personas que por sus creencias deberían ser los primeros en defender este proceso. No entiendo que el Sr. Rajoy diga que se dejen las cosas como están, que esto crea dos españas, sobre todo cuando en el año 2002, si estaba de acuerdo. Sr. Rajoy, las dos españas las crearon los que se sublevaron en 1936 ante un gobierno legítimo, los que se alzaron en armas e iniciaron una guerra civil y los que luego crearon un Estado de vencedores y vencidos y ejercieron una represión, ni humana ni cristiana, sobre los vencidos.

Los que nos sentimos perdedores de la guerra, cerramos nuestras heridas cuando aprobamos la Constitución y creamos un nuevo Estado Democrático, los que decidimos que era mejor una reforma, que una ruptura, que había que superar el franquismo y vivir en libertad y convivir todos. Tal vez otros lo que piensan es que si se identifica a alguien y se le entrega a su familia, alguien pregunte: ¿Por qué está muerto y quien le mató? Y eso vale para los muertos de la izquierda y los de la derecha y por supuesto para los que murieron sin saber por qué morían. Descansen en paz y en su tumba, todos.

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