martes, 13 de enero de 2009

SEGÚN CON QUE VARA MIDAMOS

Lo que está pasando en Palestina es de juzgado de guardia. De acuerdo que Hamas está considerado un grupo terrorista por la UE, de acuerdo que los israelitas tienen derecho a vivir en paz y en libertad, pero estaremos de acuerdo en que también el pueblo palestino tiene los mismos derechos. En este punto es donde surgen las discrepancias y los matices, veamos si somos capaces de verlo de forma neutral.

Ya sabéis que muchas veces, se entiende mejor con parábolas o metáforas, yo voy a intentar explicarme con una contraposición: Los israelitas son los palestinos y los palestinos son los israelitas:

Estaban israelitas y palestinos conviviendo en las tierras de Israel, como podían, y terminada la Segunda Guerra Mundial, la ONU quiso compensar a los palestinos y decidió crear el Estado Palestino en tierras de Israel y creó un nuevo estado, dividiendo entre los dos el espacio existente. Pero los palestinos no estaban conformes con el reparto y se pusieron en guerra y ocuparon la tierra de los israelitas, crearon asentamientos de colonos y cuarteles militares e invadieron Jerusalén. Como los israelitas protestaban y hacían guerra urbana, los palestinos levantaron un gran muro y pusieron controles en todos los sitios y los israelitas tuvieron que vivir divididos, controlados por otro pueblo y en lo que se convirtió en dos guetos separados: Gaza y Cisjordania.

Durante estos años, la ONU hizo varias resoluciones exigiendo a los palestinos que respetaran los acuerdos y que regresaran a sus terrenos originarios, también les dijeron que quitaran ese vergonzoso muro, que dividía, oprimía y vejaba a los israelitas, incluso EEUU no vetó algunas de estas iniciativas de la ONU, pero desde hace años EEUU se convirtió en el Primo de Zumosol de los palestinos y a los israelitas solo les quedó vivir miserablemente en su propia tierra.

El cuento es increíble, pero si quitáis el sarcasmo y le añadís la sangre derramada y los muertos habidos, el cuento se vuelve despiadado e injusto. Vosotros os imagináis que las cosas hubieran sido como las he contado. Hace años que la VI Flota había reducido a escombros ese país. Ya se demostró en la guerra de los seis días, quien tenía de verdad el poderío militar.

Pero lo verdaderamente increíble de todo esto, es que lo está haciendo un pueblo que conoce perfectamente la actuación de Hitler, la invasión de Polonia y lo que supuso el Gueto de Varsovia. La historia se repite con otros personajes y las Naciones Unidas no saben imponer sus propias resoluciones. Es cierto que Hamas se pasa tres pueblos, pero la solución no es imitar a Hitler. La ONU debe corregir sus errores de 1947, materializados en 1948 y debe establecer unos verdaderos Estados de Israel y de Palestina, con fronteras seguras y con garantías internacionales, lo demás nunca será una solución duradera. La resolución 242 de la ONU, sigue sin ser cumplida por Israel y ningún Primo de Zumosol les ha invadido para hacerla cumplir.

Y mientras, en España, algún tonto…. quiere que la Ministra de Fomento dimita por la huelga de pilotos de Iberia. Pero no os acordáis que Iberia es una empresa privada desde 1999, si fue una de las muchas privatizaciones de Aznar.

1 comentario:

Pablo Pelechano dijo...

No podría estar más de acuerdo con lo que planteas. Pero mientras la ONU siga teniendo esa estructura y funcionamiento en la que los cuatro o cinco matones del planeta tengan derechos de veto por encima del resto, no será realmente una organización que tenga la legitimidad moral para imponer nada a nadie. Por lo tanto por más resoluciones que ponga esta banda de patio de colegio, el resto de los países puede tener la consideración lógica de no cumprirla. Al fin y al cabo la propia existencia de la ONU con el formato que tiene actualmente no es a mi parecer, mas que una farsa controlada por los que se llaman poderosos del planeta.

Ahh y ten cuidado, sobre todo en la parte final, porque llamar tonto al que lo es, tiene sus absurdas consecuencias... Ahh no, que en este caso no has dicho tontos de los cojones. Al fin y al cabo Pedro sólo dijo en voz alta lo que opina mucha gente.